Señor, yo sólo soy un niño,
pero sé que te quiero.
Señor, Tú eres mi tesoro,
Tú eres la perla encontrada,
Tú eres mi Salvador.
Ayúdame a crecer en tu amor,
viviendo tu misma vida.
Señor, abre mis oídos
para escuchar tu voz y tu Palabra;
que yo sea capaz de seguir tus caminos,
aunque me cueste,
aunque los demás se rían de mí
por ser tu amigo, por necesitarte tanto.
Señor, abre mis ojos
para reconocerte a mi lado,
para descubrirte
en mi familia y en mi prójimo.
Señor, ábreme el corazón de parte a parte
para que pueda amar
como Tú me amas.
Señor, yo sólo soy un monaguillo,
pero sé que te quiero,
sé que soy la oveja que buscaste,
el hijo pródigo que besas con el perdón.
Te doy gracias por la vida.
Te doy gracias porque soy hijo tuyo.
Te doy gracias por la fe.
Te doy gracias por la Iglesia.
Te doy gracias por escogerme
como cristiano y monaguillo.
Te alabo porque Tú eres mi Dios.
Ayúdame a ser un monaguillo fiel.
Ayúdame a caminar siempre de tu mano.
Madre del cielo, Madre de la Iglesia,
Madre de los monaguillos
ayúdame a cumplir la voluntad de Dios,
ayúdame a caminar en la fe,
la esperanza y la caridad;
que mi vida sea testimonio
del Evangelio y consuelo
para los hombres que sufren.
Madre, aquí tienes a tu hijo.
Madre, aquí tienes a tu hijo.
Madre, aquí tienes a tu hijo.
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